lunes, 18 de octubre de 2010

Ciclo “Atril Abierto” en el Centro Cultural


El viernes 29 de octubre, desde las 20.30 en el auditorio del Centro Cultural “Hogar San José”, se realizará una edición del ciclo “Atril Abierto”. La propuesta es un encuentro de “poesía, música y humores” coordinado por Guillermo Del Zotto y Alberto Sánchez Graf. Y en esta ocasión actuarán los músicos Juan Loza y Roberto Roselló. La modalidad de atril abierto es una invitación para que el público se acerque con textos breves, propios o ajenos, para participar de la lectura

sábado, 9 de octubre de 2010

El espectador inmortal


Durante la última muestra Libros en Olavarría, en el Honorable Concejo Deliberante, Guillermo Del Zotto presentó su último libro "El espectador inmortal", realizado junto con el artista plástico Daniel Fitte. La obra compila minificciones de su autoría y contiene dibujos de Fitte que cumplen la función de separadores en los grupos de textos unidos por temáticas o sensaciones.

Así, el abordaje permite al lector tener primero una imagen-síntesis de lo que puede llegar a experimentar con los textos. La presentación contó con el análisis de la obra por parte del poeta y escritor azuleño Roberto Glorioso. También hicieron su participación artística los músicos Juan Loza y Roberto Roselló, quienes ejecutaron canciones entre las cuales algunas letras correspondían a Del Zotto. El libro "El espectador inmortal", para su edición, contó con un apoyo económico de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Susan Sontag

FOTOS EN RADIO
Susan Sontag
“siempre me pareció que la fotografía era una cosa traviesa; para mi fue uno de los aspectos favoritos – escribió Daiana Arbus- y cuando lo hice por primera vez me sentí muy perversa”. Ser fotógrafo profesional puede parecer “travieso”, por usar la expresión pop de Arbus, si el fotógrafo busca temas considerados escandalosos, tabúes y marginales. Pero los temas traviesos son más difíciles de encontrar hoy dia. ¿Y cual es exactamente el aspecto perverso de la fotografía? Si los fotógrafos profesionales a menudo tienen fantasías sexuales cuando están detrás de la cámara, quizás la perversión reside en que estas fantasías son verosímiles y muy inapropiadas al mismo tiempo. En blow-up (1966), Antonioni, muestra al fotógrafo de modas rodando convulsivo el cuerpo de Verushka mientras suena la cámara. ¡Vaya travesura! En efecto, el empleo de una cámara no es un buen modo de tentar a alguien sexualmente. Entre el fotógrafo y el tema tiene que mediar distancia. La cámara no viola, ni siquiera posee, aunque pueda atreverse, entrometerse, invadir, distorsionar, explotar y, en extremo de la metáfora, asesinar: actividades que a diferencia de los empujes y tanteos sexuales pueden realizarse de lejos, y con alguna imparcialidad.
El epígrafe de esta foto podría ser: Sobre la fotografía, texto de Susan Sontag. 1977 (este texto va sin imagen)

sábado, 21 de noviembre de 2009

sábado, 7 de noviembre de 2009

Crhónicas


Uno puede imaginar el sonido de la brisa en pequeñas ráfagas que mueven las hojas de los árboles, y hacen revolotear los papeles esparcidos entre los vestigios del vehiculo retorcido sobre la maleza. Puede ver como se organiza la imagen con un estricto orden académico, digna de una foto que busca satisfacer las necesidades narcisista de ese personaje transhumano, erguido, de mirada frontal que posa en el centro del cuadro. Por delante casi a sus pies, la prueba irrefutable, un cuerpo yace extendido con el torso desnudo arqueado sobre su base, tal cual una figura clásica que representa a la muerte. El grupo refiere al dramatismo del siniestro ocurrido en el paisaje, cuya atmósfera se extiende por detrás, como un decorado de perspectiva aérea, un esfumato de estilo renacentista. Todo es un trámite cuyo formulario en imágenes es por triplicado. La copia: un souvenir que “vale la pena” experimentar.
El epígrafe de esta foto podría ser: foto de la crónica, de Marcelo Góngora – nov. 2009

sábado, 31 de octubre de 2009

El Cristo muerto


"El Cristo muerto", del alemán Hans Holbein, hace hablar al personaje de “El idiota”, de Fedor Dostoievski así: "frente a este cuadro uno no tiene otro camino que perder la fe". Si uno indaga en biografías sobre el gran escritor ruso, sabrá que ese cuadro fue una obsesión real del autor.Dostoievski lo menciona exorcizándose por medio de sus personajes, pero conocemos que verdaderamente tuvo esos planteos cuando se paró a pocos centímetros de él.Se trata de un óleo donde Cristo yace luego de ser bajado de la cruz. Y tiene un formato transgresor para la época (1521). Está pintado sobre una tabla de 30,5 centímetros por 2 metros. Un tamaño natural impactante. Pero mucho más lo es en sus detalles. Ojos y bocas abiertos, como epicentros de una oscuridad que proviene del infinito. Y un cuerpo demacrado hasta lo imposible.La mismísima esposa de Dostoievski, Anna Grigorievna, lo cuenta así en su diario: "Camino de Ginebra, nos detuvimos un día en Basilea para visitar el museo donde se halla un cuadro del que habían hablado a mi marido. Es un lienzo de Holbein, en el que se ve a Cristo, que acaba de soportar un martirio sobrehumano, descendido de la cruz y descomponiéndose... Demasiado débil para mirarlo más tiempo, me fui a otra sala... Cuando volví, mi marido estaba aún allí, en el mismo sitio, encadenado. Su rostro emocionado tenía esa expresión de pánico que ya le había notado muy a menudo al comienzo de sus ataques epilépticos".¿Qué posibilidades tenía varios años atrás un lector latinoamericano, embebido en las palabras de Dostoievski, de conocer esa figura que había estremecido el alma del escritor? Un alma que para estremecerse necesitaba mucho más que cualquiera de sus contemporáneos. Imaginar un viaje a ese remoto museo era el consuelo. Pero con Internet, uno puede llegar a una reproducción de alta definición de ese cuadro. Recorrer con asombro y mouse tembloroso una pintura que no cabe en el cuadrado de la pantalla, porque se presenta de manera horizontal. Y tener, en una mínima proporción, el golpe de efecto del autor de Crimen y Castigo.
Al Cristo muerto de Holbein
Por Santiago Dabove

Elegía para Él y parte de la humanidad
En el reino de las cosas caducas,
un ojo sin vida parece mirar la luna;
el del Cristo muerto de Hölbein.
Signo terrestre, no del paraíso.
La Luna le envíaun rayo frío de luz muerta
como un puntero que muestra la corrupción.
Ojos acabados, luz fúnebre.
Planeta y hombre,Dos Muertos.
El mundo ya no tiene "testigos";
porque "testigo" es sólo uno, el "Uno",pese a sus muchas copias.
El mundo tiene la edad de cada viviente.
Los sentidos del hombre, ya anulados,borran todo al borrarse.
Hölbein deicida,demoraste el pincel,hiciste imposible la resurrección.
Cristo ya no puedelevantarse hacia el padre.
La tierra lo retiene,ni un dedo podrá moverdesde el montón confuso.
Tu pincel fijó ese ojo último,que la Luna muestracon su puntero de luz mortuoria.